lunes, 18 de agosto de 2014

Más púrpura que azul. Capitulo 1: 164.


Camino por el pasillo blanco sin ventanas.
Y por primera vez no hay nadie a mi lado vigilándome.
Mis decisiones se resumen en huir o seguir.
Pero este camino es demasiado estrecho como para regresar.
Llego a la puerta que para variar es blanca.

Toco tímidamente; abren y él está ahí, esperándome
Su rostro es el mismo de siempre, no se alegra de verme
Creo que ya lo tengo fastidiado, siento pena por 164
Pero el quiso verme así que supongo tendrá que aguantarme toda la hora.
Comienza con la clásica rutina de preguntas por cortesía
Le respondo de la misma forma que lo he hecho desde que lo visito.
¿Por qué no me ofrece una taza de café?

Esta vez no entiendo sus preguntas,
¿A quién prefiero entre mi madre y mi padre?
¿Rojo o blanco? ¿Cuchillo o pistola?
Pensé que quería hablar de mi vida marcada por almohadas.
Incluso pensé que me daría sus galletas redondas sin sabor.
Pero aunque me incomoden, me gusta responder.

Ya han pasado treinta minutos
Y lo sé porque el mira su reloj cada 10 y vuelve al lápiz.
Miro por la pequeña ventana detrás de él; un gato devora una pequeña ave.
Me lleno de odio y rabia, he visto esa escena en personas imaginarias y reales.
Le veo y su rostro empieza a cambiar de color, morado, azul, rojo, negro.
Su boca se mueve de la misma forma, sigue sin tener ojos.
Tiene su cráneo expuesto, ya lleva tiempo que lo veo así
El mismo tiempo que llevo aquí.

Termina la hora, lo veo aliviado.
Se despide de mí, y me susurra la fecha próxima para vernos.
No sin antes, prometerme galletas y dulces rojos, esos que se me antojan.
Madre se los comió la última vez que respiro, yo se los di.
Llegan dos hombres de blanco a mí sin haber pedido permiso para entrar.
Me sonríen y me llevan con el psiquiatra del lugar.
Volteo a ver a 164 desaparece entre colchones blancos.
Mis favoritos. 


.