Gritar hasta
quedarte sin voz, no sirve para un sordo…
Sonreír todo
el día, no sirve para un ciego…
Abrazar
hasta cansarte, no sirve para quien te rechaza…
Tomar decisiones, no sirve para un indeciso...
Y si sigues
esperando, te llenarás de polvo.
Al principio
te duele y las lagrimas no pueden limpiar la tristeza.
Te llenas de
miedo, de incertidumbre,
Y empiezas a
culparte, te impones castigos,
Te lastimas
y torturas cada vez que tienes oportunidad.
Llega el
momento en que tu cuerpo no puede más,
El peso que
le haz dado es mayor que lo soportable,
Tu mente se
ha llenado de basura que tu mismo has generado.
Pierdes poco
a poco tu sonrisa, y olvidas el
motivo por el que lo hacías.
Si tienes
suerte, alguien trata de rescatarte.
Te da las
armas suficientes para salir de tu obscuridad.
Tu pecho
duele, sientes miles de agujas clavadas,
Mientras más
te desintoxicas, más duele.
Lo guardaste
por tanto tiempo que se anexo a tu alma.
Con esfuerzo, vuelves a sonreír por ti.
Caminas sobre lo que quedó de tus restos, eres alguien nuevo.
No pueden volver a dañarte, porque no sientes más.
Quedas en pausa, mientras alguien llega a re-programarte.
Renaces de las cenizas que hicieron de ti.
Felicidades, puedes volver a ser una persona.